Pilar es una artista chilena que hace un tiempo no vive en Chile, sin embargo parte de su trabajo sigue anclado a este país. Decir este país es demasiado amplio o quizás largo y angosto, así que vale mencionar que su último proyecto se desarrolló en el sur austral. Este no es el territorio al que pertenecía cuando vivía en Chile, no obstante lo visitó y convivió con él por tres años para dar forma a “Orquídeas de la Patagonia”, un largometraje de 1 hora que recoge parte de las experiencias que vivió e historias que conoció. Todo lo que conforma la exposición gira en torno al film: sus maquetas, dibujos y personajes de tela o cartón ingresan como material exhibitivo.

Su trabajo audiovisual se plantea de no ficción, pero consideramos que igual tiene algo de ella. Orquídeas parlantes, salmones de tela que intentan ser vendidos para el consumo o virus que irrumpen en escena, son algunos elementos que trastocan “lo real”. En esta película encontramos también algo de documental, ahí cuando lo realista aparece otra cara: la película mezcla lo lúdico con el contexto social que se vive en Coyhaique o en Puerto Aguirre y sus alrededores. Allí deben convivir especies locales con otras introducidas lo que significó un cambio en el ecosistema natural, pero también en las dinámicas de sus habitantes vinculadas al trabajo o al cotidiano. El testimonio es un elemento importante para el film y nos permite aproximarnos al lugar y a su historia reciente desde una perspectiva encarnada.