
Pürümün
Curaduría Seba Calfuqueo
Catalina Soto Curaqueo
Osvaldo Guineo
Katerina Quintulem
Eduardo Rapiman


PÜRÜMÜN
pürümün unitr. Teñir. | s. La teñidura.
kiñe pü-rümün. Lo que basta para teñir una pieza.
El teñido es una parte esencial de la práctica artística en el mundo mapuche. Tejedoras, ceramistas, plateros o pintores usaron sus conocimientos del mundo natural. Aprovechando la química produjeron colores que son un legado cultural hasta hoy. El universo del arte mapuche es múltiple y complejo, sus diversas territorialidades y contextos no permiten alojar una única idea sobre éste, ya que está en constante cambio y es afectado por su contexto de producción.
Eduardo Rapiman, artista que habita el Ngulumapu (el territorio histórico), nos presenta su serie “Zumzum”. El artista toma como referencia los astros y estrellas, parte importante y fundamental de la cosmovisión mapuche, para representarlos en geometrías que nos muestran a los cuerpos esféricos. Sus piezas destellan brillo, otra cualidad importante para la cosmovisión mapuche y que proviene de la platería, que tiene la propiedad de encandilar y proteger. De ahí que las podamos pensar como lágrimas de luna que se forman en plata protectora.
Osvaldo Guineo retoma y recupera tradiciones textiles del Kelgwo, pertenecientes a su territorio, el archipiélago de Chiloé. El proceso de creación del artista proviene de las técnicas ligadas a la confección de frazadas chilotas, choapinos y cobertores de cama. Éstos son deconstruidos y llevados a un lenguaje sintético por medio de líneas y urdidos; fabricados por el mismo autor durante todo el proceso, desde el trasquilado –hilado en huigüiye (huso)–, teñido con plantas y hasta el tejido. Su trabajo está ligado a una fuerte vinculación con el linaje textil, por ello es que retoma legados y conversa con tradiciones silenciadas por la colonización.
Katerina Quintulem por su parte involucra la materia viva del territorio de Melipeuco. Sus obras se cristalizan en una mezcla de gel con acrílico y trazos de elementos de la naturaleza, por ejemplo, la corteza de ciruelo rojo, el nogal o el tinte de maqui. Con la abundancia del color verde, podemos observar como las capas de materiales moldeables se disponen como material pictórico, el cual es develado por medio de la acción de materiales plásticos y orgánicos. A través de la materialidad podemos ver un cruce de elementos que van desde lo natural a lo artificial.
Catalina Soto Curaqueo nos presenta su serie “Condenada de la memoria”, la cual se basa en los recuerdos de sus vivencias dentro y fuera del territorio Mapuche. Esta corresponde a una herencia propia de la experiencia diaspórica, en este caso de Dominga Pichicón y Martín Curaqueo, abuelos de la artista.
Su obra se compone como un archivo histórico que evidencia el proceso forzoso de la diáspora mapuche de la década de los 50 en Chile, y que se ha convertido en el motivo que incentiva a la artista a indagar acerca de estos efímeros susurros. En su serie nuevamente se materializan: vivir lejos de la tierra, vivir lejos del origen y vivir lejos de la tradición. Los cuerpos, los cuales la artista representa en su obra, se trasladan hacia lo que llamamos capital/warria y se proponen como una reflexión acerca de las historias colectivas que han sido invisibilizadas en los relatos y las narrativas oficiales.
Seba Calfuqueo
Portal Fernández Concha
Compañía de Jesús #960, Departamento 218
Santiago Centro | Chile