Las honorarias, dupla conformada por Roery Herrera y Loreto Muñoz, interpela directamente al sistema artístico y su precarización laboral. Es muy común que espacios e instituciones ofrezcan visibilidad como “paga” por exponer, frente a este escenario adverso las honorarias han ideado distintas estrategias que les permiten cuestionar esa realidad. Con ironía y resignación insisten en la importancia del trabajo. En esta ocasión y pensando en el concepto curatorial “Ocupar el flujo” decidieron salir a la plaza y preguntarle a lxs transeúntes: ¿En qué trabajas, por cuánto tiempo? ¿Por qué trabajas tanto, qué ambicionas? ¿Qué esperas lograr? a cambio de recolectar el sudor de su frente. Por esta acción había un pago de $1000. Esto abre múltiples aristas, algunas de ellas son:

• Lógica de la transacción: es el eje de la obra, ya que la participación en ella se da a través del intercambio monetario, esto pone en evidencia que el arte, en tanto que sistema productivo, participa también del campo del trabajo. Y con ello nos preguntamos: ¿Dónde está la fuerza de trabajo, en las artistas o en quienes recibieron el dinero?