“La ventana” está compuesta por cámaras de vigilancia, pantallas LED, micrófonos, parlantes, dibujo en papel y cristales. La obra se construye en el “en vivo”, por ello es una intervención que varía en el día a día y que se puede apreciar desde dos dimensiones: en la plaza y en Espacio218. El proceso de creación se ha realizado in situ, por lo que la idea original ha ido cobrando distintos sentidos y variaciones mediante la experimentación. A su vez, la ventana del departamento es clausurada, negando así el contacto directo entre el espacio y la calle desde el balcón.

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Sobre el proyecto Foschino comenta: “Abre la experiencia a la ciudad nutriéndose tanto de la práctica paciente de la contemplación como del lenguaje desconfiado de la vigilancia. Es la ciudad panóptica, pero también la del pequeño detalle por donde pasa el tiempo. La plaza nutre con la pureza del ruido y la lentitud de un encuadre que mira en directo. Una ventana sobre un portal que se integra a la ciudad que observa”. 

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Su trabajo es reconocido principalmente por las video-instalaciones y video-esculturas en las que releva detalles que capturan el tiempo, no obstante esta es la primera vez que explora la imagen en directo, lo que abre una nueva dimensión en su cuerpo de obra.